Petronila trabajó todo el día juntando cosas ricas como pétalos, migas de pan, perejil y granos de arroz. Pero cuando regresó al hormiguero encontró un ciempiés con una pata lastimada y le regaló las migas de pan. Luego, a una abeja de alas mojadas le dio los pétalos. Y así, Petronila se quedó sin nada porque fue encontrando a quien regalarle lo que había juntado durante el día. Claro que cuando la vieron llegar al hormiguero nadie se asombró por lo ocurrido porque allí todos conocían su generosidad.
Así que los nenes dibujaron a todos los amigos de Petronila que ella ayudó camino al hormiguero.
